domingo, 12 de junio de 2011

La Cabra que perdió la confianza.


Me contó un amigo mío tomándonos unas cervezas en Verano,que a él con sus ovejas, siempre lo acompañó una Cabra, que además de producir la leche para el y su familia,por que la de Oveja no les gustaba mucho.El animal era muy tranquilo;dócil y obediente,que era llamarla y siempre acudía inmediatamente,por que para conseguir este comportamiento le daba un poco de Pan;una hoja de lechuga o cualquier otra cosa de las que sabía que les gustaba. Siempre que salía con el rebaño la Cabra iba detrás de él y al regreso hacía lo propio. La única falta que decía mi amigo que tenía el animal es que tan pronto podía por las noches, se saltaba del corral donde estaba encerrada junto con las ovejas,que estaba muy próximo a su vivienda,situada junto a los extramuros del pueblo;perdiéndose por las huertas,y,haciendo bastante daño a los sembrados de hortalizas. Algunos vecinos presentaron sus quejas a mi amigo y este tomó las medidas necesarias para evitar tales despropósitos,y,evitar en lo posible que no les llamaran más la atención.-Siguió contándome mi amigo que el ya estaba más pendiente del animal,que una noche de Luna llena,sobre las TRES de la madrugada notó un ruído extraño y dijo para sí.¿A que se ha escapado otra vez la p... Cabra?.-Prosiguió mi amigo,que como en su casa hacía tanto calor y dormía muy ligero de ropa,(tan ligero que no tenía ninguna puesta),optó por mirar por una ventana que daba a las huertas y allí observó a la cabra campando a sus anchas.-Salió tal como estaba para tratar de cogerla y comenzó a llamarla como de costumbre para conseguir devolverla nuevamente al corral,pero el animal lejos de obedecerlo al observarlo de aquella manera, echaba una carrerita corta,se paraba a contemplarlo y se colocaba a una distancia prudente para que no pudiera alcanzarla. Así lo tuvo hasta las CINCO Y TREINTA Y SEIS MINUTOS",según él por que miró lo que unicamente llevaba puesto que era el reloj;hasta que pudo convencerla de que no iba con mala intención y que no quería otra cosa que devolverla con los otros animales. Como podéis comprender por esta dilatada anécdota que Mi Amigo me contó pasamos un buen rato de alegría y placer; lo que no he podido olvidar.Desde aquí mi querido Amigo te dedico este grato recuerdo,allá donde te encuentres, que no puede ser otro lugar que el de la Gloria,por que otro destino nunca merecistes.Hasta siempre Amigo.
ANONIMO

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